Después de analizar qué color dominaría el ambiente concluí que sería el AZUL. Es suficientemente masculino y a su vez a mi es un color que me encanta usar y me parece super fino. Tanto la cabecera de la cama como el cubrecamas, los almohadones y el velador los compré en el Falabella de acá de Chile. Las mesas de luz son un cuento aparte... Las compré en el Mercado de Pulgas de Dorrego en Buenos Aires y en su momento no tenía idea de como iba a ser la habitación asi que elegí un color petróleo. No hace falta aclarar que quedaba horrible! Así que, como suelo hacer, compré pintura blanca y negra y decidí patinarlas con mis propias manos... "Agarrese quien pueda! Acá viene Rocío con la brocha en mano! Todo aquel que se cruce en mi camino puede terminar pintado". El resultado está a la vista!
ANTES |
DESPUES |
Las cortinas merecen un párrafo aparte ya que la tela la compré en Once (Buenos Aires) porque no sabía si al llegar a Chile iba a saber donde comprar géneros a un precio lógico. Un pensamiento bastante ridículo ya que no me daban los tiempos para mandar a hacer las cortinas, con lo cual las tuve que mandar a confeccionar acá! De más está decir que mas difícil que saber donde comprar las telas es saber donde mandarlas a coser! Resultado positivo: conseguí donde hacerlo (en la comuna de Providencia) a muy buen precio; Resultado negativo: estuvimos 2 semanas durmiendo sin cortinas, despertando con el sol calcinante del verano tempranísimo a la mañana...
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